LA MAROMA, PARTE 2
En esta ocasión voy a ser bastante subjetivo. No sé si será por el cansancio, entre otros motivos, que cuando llego a la cima de cualquier montaña, me gusta, sí, pero la verdad es que pienso que me parecen muy similares todas las cimas y entonces dudo si ha merecido la pena tanto esfuerzo. Parajes yermos, con su punto geodésico más o menos elaborado y mucho frio. Y como no sea algo muy conocido, soy incapaz de identificar el entorno, quedando perplejo de como mis compañeros y amigos reconocen a la perfección pueblos y montañas. Tardamos varias horas en la subida, quedándonos en la cima lo imprescindible, si hace buen tiempo se almuerza, si no, las fotos de rigor para el recuerdo y poder corroborar delante de amigos y extraños nuestra proeza, y enseguida para abajo, tampoco vaya ser que se nos haga de noche por el camino. Será por el reto personal lo que nos obliga a llegar. Ya hace algún tiempo que prefiero lo que rodea a la montaña que a esta misma. Me gustan más los bosq...