MALAGA ANTIGUA - IGLESIA DE LA VICTORIA
En el año 1487, Fernando El Católico empieza un asedio a la Málaga musulmana, levantando su campamento aproximadamente, en los terrenos que ocupa actualmente la iglesia de la Victoria.
Se especula con que el Emperador Maximiliano de Austria, fue el que le regalara al Rey Católico la imagen de Santa María de la Victoria, y que esta, estaba en poder del Rey en el momento del asedio. También se cuenta que durante este cerco a la cuidad, llegaron unos frailes de la Orden Mínima, los cuales entregaron un documento a su fundador, Francisco de Paula, en el cual pedían permiso para abrir conventos de su orden en España, además vaticinaron que el rey obtendrían la victoria de la batalla de la toma de Málaga en tres días.
El monarca aplazó cualquier decisión sobre la petición de los frailes hasta el término de la contienda, y una vez consumado el triunfo sobre los musulmanes malagueños, la victoria se atribuyó a la intervención divina de la virgen, que desde entonces recibe el nombre de Santa María de la Victoria, como se puede leer en el escrito en la base de la imagen. Es cuando se levanta la primera capilla para el culto de la virgen, de la cual se hizo cargo el ermitaño fray Bartolomé Coloma.
Como ya he comentado en un anterior artículo sobre la cripta de los Condes de Buenavista, el actual templo es el resultado de una segunda reforma sobre la primitiva por el mal estado de esta, la cual fue llevada a cabo por José Francisco Guerrero Chavarino, el citado Conde de Buenavista. Este construye por su cuenta el pórtico, el camarín de la Virgen, la sacristía, el campanario y dos panteones, la citada cripta y otro panteón para los monjes victorios.
El territorio cedido por los Reyes Católicos para la edificación del convento junto a primitiva ermita, fue un amplio espacio amurallado, limitando de un lado con calle Amargura y del otro con calle Cristo de la Epidemia, al frente llegaba hasta la plaza de la Victoria, en esta se abría una puerta amplia seguida de una arbolada y larga avenida hasta el mismo santuario, lo que hoy conocemos como el Compás de la Victoria, por la parte posterior el recinto terminaba en las faldas del monte Calvario.
En la época de desamortización, se ve obligada a entregar el convento y territorios colindantes excepto la iglesia, que queda reservada para el culto, al Ministerio de Guerra, pasando de convento a hospital militar.
En 1862, con motivo de la visita de la reina Isabel II al santuario de la Victoria, se derriba el muro y el pórtico colindante a la plaza de la Victoria.
Manuel, estupendo reportaje histórico. La toma de Málaga fue muy cruel, los malagueños se resistieron hasta sus últimas fuerzas, incluso intentaron asesinar a los reyes católicos mediante un ermitaño que les pedía audiencia para decirles cómo tomar la ciudad, en vez de entrevistarlos ellos, lo hicieron otros nobles de la corte, a los que el ermitaño hirió.
ResponderEliminarEs apasionante la historia de Málaga, gracias por compartir estos detalles.
abrazos
Gracias Loli, no sabía el dato del ermitaño, se me acumulan las lecturas históricas. Voy a preparar una entrada de la Alcazaba y estoy refrescando la memoria y conociendo nuevos datos del asedio de Málaga y de las maneras del rey Fernando, pero supongo que es lo que tienen las guerras, pocas cosas que nos gusten, por no decir ninguna.
EliminarMe encantan esta entradas porque me recuerdan lecturas ya olvidadas, la historia de Málaga me resulta tan interesante como a vosotros.
ResponderEliminarBesos
Mª Paz