NOCTILUCA
Os presento a otro nuevo colaborador, Manuel Martínez hijo, biólogo. Nos trae un artículo donde se entrelazan tradición, historia, ciencia y momentos mágicos. El momento donde el sol se retira de sus dominios y deja paso a la noche , la luna y su diosa malagueña, nos adentramos en el reino de Malac,... Noctiluca.
"Allá por el siglo VII
antes de Cristo, Málaga estaba habitada por el pueblo fenicio, un pueblo cuyas actividades principales eran el comercio y la navegación.
Málaga ha sido una ciudad en la que sus pobladores se han dedicado principalmente
a la pesca durante miles de años y cada
uno de estos pueblos ha tenido una deidad a la que encomendarse, rezar y
venerar.
Tal y como hacen ahora los pescadores y navegantes
malagueños a la Virgen del Carmen, lo
hacían los fenicios a su diosa de la fertilidad, de la vida y de la muerte, la diosa Malac, también llamada Noctiluca.
Noctiluca es una divinidad asociada a la noche y a la luna. Espiritualmente
unida a Eshmun, un dios asociado al fuego y a la metalurgia, de ahí que se haya
encontrado monedas fenicias con las esfinges de estas deidades con unas tenazas
metalúrgicas y un gorro puntiagudo, representándolos a ambos.
Festo Avieno, poeta latino
del siglo IV, sitúa frente a la línea de costa malacitana, lo que hoy en día es
la Cala del Moral, una isla en la cual
se hallaba un templo destinado al culto de la diosa fenicia. En la actualidad
ese promontorio terrestre esta fusionado ya al resto de la ciudad, debido a la
dinámica geológica de la zona, pudiendo encontrar dicho santuario en una de las
tres únicas cuevas submarinas que se conocen en el mundo, la única de Europa y que, afortunadamente, se encuentra en nuestra
ciudad, la cueva del Tesoro (en el Rincón de la Victoria).
Una Noche de San Juan,
hace algunos años, en mitad del fragor
de los muchos baños que me tomé, me percaté que cuando braceaba para nadar, a
lo largo de la estela de burbujas que dejaba, durante una fracción de segundo
se encendían unas diminutas luces, más pequeñas que la cabeza de un alfiler y
de color verde fluorescente. De repente
los inconscientes que nos atrevimos a bañarnos a media noche, nos vimos
rodeados de miles de lucecillas, un hecho inusual para mí y que me pareció algo maravilloso y digno de ver, aunque no sabía a
que era debido. Algún tiempo más tarde y tras cultivar un poco las ciencias
naturales, he logrado averiguar lo que eran aquellas motas luminiscentes con
las que compartí frio y risas aquella noche.
A las
costas malagueñas, en ocasiones, sobre todo en verano, suele llegar un pequeño
visitante, que pasaría totalmente inadvertido por nuestras aguas, de no ser porque
son como pequeñas luciérnagas esparcidas en el agua, allí donde la marea mueve el mar pueden verse miles de
pequeños destellos provenientes de la
pequeña Noctiluca.
Noctiluca Scintillans, comúnmente conocida como Chispa de mar, es un
organismo perteneciente al reino protista, reino creado como un cajón de
sastre donde se incluyen a los organismos que han sido tratados como algas, protozoos
o bacterias, y no lo son. Este escalón taxonómico fue creado por L. Margulis
(la mujer del científico Carl Sagan) y K. Schwartz a fin de solventar estos
problemas. Este pequeño organismo posee un flagelo con el que se desplaza, y
pequeños acúmulos de pigmentos fotosintéticos en su interior, de ahí que lo
estudien los botánicos y que haya sido
clasificado por estos. El origen de la bioluminiscencia es un tipo de compuesto
metabólico llamado luciferina, la cual da lugar a la luz cuando se descompone
enzimáticamente en contacto con el oxígeno. Se piensa que son las fuerzas
mecánicas las que hacen que se produzca la reacción y por ello se aprecian las
masas brillantes de Noctiluca con el vaivén de las olas. La bioquímica que
subyace en este proceso es todavía un poco incierta y el motivo
biológico de esta
bioluminiscencia puede tener origen comunicativo o defensivo, ya que suelen ser
los motivos más recurrentes en la
naturaleza.
Es fácil imaginar la cara
de asombro que pondría un ciudadano fenicio, hace más de dos mil años, al ver
semejante fenómeno. Sería parecida a la que puse yo. Supongo que tal y como
viene haciendo el humano desde que tenemos consciencia, a los hechos que no
damos explicación racional, le imponemos una interpretación celestial y así
aplacamos la angustia que surge de nuestra ingénita ignorancia. Los antiguos
fenicios creían que esas partículas centelleantes eran el reflejo de algún
artificio de Noctiluca, Diosa de la Luna o de la Luz Nocturna, divinidad innominada
a la que rendían culto en las noches de luna llena."
Manuel Martínez Osorio |
Enhorabuena Manuelo por esta entrada, me gusta mucho y es muy interesante. He de decir que aunque me he bañado en más de una ocasión en verano nunca he tenido la suerte de ver las noctilucas, aunque creo que si las hubiera visto quizás me habría asustado, a la que si he visto ha sido a la fotografiada Noctiluca, la diosa, y me parece preciosa.
ResponderEliminarEs una gozada pasar por aquí, aprender algo nuevo como la existencia de esas pequeñas luciérnagas marinas y poder ver las hermosas imágenes acompañadas de música. Un equipo de primera.
ResponderEliminarabrazos a miles
Me ha encantado el texto y el homenaje a la diosa Noctiluca en este video. He comprendido muchas cosas que tenía desconectadas. No me importaría nadar entre Noctilucas.
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