FUENTE DE GÉNOVA











El origen exacto de esta fuente permanece al día de hoy envuelto en leyenda.

La Web de manantiales y fuentes de Andalucía nos da la siguiente descripción:

Alameda 1910
Gracias a las aguas de los manantiales del Almendral del Rey, del Arroyo de la Culebra y de Torre Atalaya, el Ayuntamiento de Málaga logró realizar, a mediados del siglo XVII, una red de abastecimiento de agua para la población.
 
 Como colofón de la obra y para que los ciudadanos pudieran surtirse, se colocó esta fuente en la que por entonces era la Plaza Mayor, en la cual se ubicaba la Casa Consistorial; con tal motivo, se aprovechó la columna central de una fuente que se encontraba en el puerto de la ciudad procedente de Génova (Italia). Un siglo más tarde se le añadió el cuerpo intermedio con tres esculturas.

 A inicios del siglo XIX la fuente es trasladada a un punto de la nueva Alameda que era visible desde el mar, evidentemente con un destino ornamental; posteriormente se reubica junto al río Guadalmedina y, ya en 1926, protagoniza un nuevo traslado, en esta ocasión va a parar al Parque. Por último, en 2002, se volvió a llevar al centro de la ciudad, concretamente a la Plaza de la Constitución, donde permanece desde entonces. 

La fuente es de estilo renacentista, está tallada en mármol y, como hemos dicho, es de origen italiano; consta de un pilón de 12 lados y una columna o fuste central de dos cuerpos: el inferior se complementa con figuras de sirenas y ninfas, el superior con otras tres figuras. La columna está rematada por un conjunto formado por varios niños y un águila. Actualmente, el agua procede de la red aunque antiguamente era abastecida desde la Mina del Almendral del Rey.”
 
La realidad y la leyenda se mezclan en la historia de esta fuente, en el artículo de Francisco Marmolejo Domínguez  escribe:

“…Esta fuente denominada de Génova, de Carlos V, de don Juan de Austria ó de Neptuno posee un hálito de leyenda en cuanto a su fábrica y su llegada a la ciudad de Málaga. Así una de las leyendas pregonada por el padre Morejón en su Historia de las antigüedades de Málaga, hablaba que esta fuente, fue mandada hacer por Carlos V a maestros genoveses.

 Cuando la obra se terminó, fue mandada para España, pero unos piratas capitaneados por Barbarroja, capturó la nave. Será un noble, don Bernardino de Mendoza, quien recupere la nave y trajo hasta el Puerto de Málaga los ricos botines que apresaron los piratas. Por este hecho el emperador mando que una parte de la fuente quedara en tierras malagueñas, mientras que otra fuese a parar a la casa del Marqués de Camarasa en la ciudad jiennense de Úbeda como regalo por los servicios prestados a la corona. 
 
Otra leyenda sobre esta fuente, viene a decir que esta fue botín de guerra de don Juan de Austria en la batalla de Lepanto y esta leyenda se corrobora con el citado poema que hiciera Ovando y Santarén. 

Como todas las leyendas, algo tienen de verdad, pero hoy día se sabe que esta fuente fue sufragada con los fondos públicos de la ciudad hacia 1551, según rezaba una lápida. Hacia 1554, la fuente se emplazó en la plaza de las Cuatro Calles siendo Sebastián de Burgos quien esculpa el canto inferior del pilar con mármol de un monte cercano a la ciudad, aunque en aquella época no se parecía a la actual fuente. Sería José Micael Alfaro en 1635 quien dotara a la fuente, el grupo de Neptuno, así como la taza adornada con mascarones.”…. 


1862

En otro artículo del periódico El País de 2-11-2002 nos dice:

“Lo que sí certifican los historiadores es que cuando se descargó la fuente en el puerto estuvo un tiempo almacenada. Tanto que algunas piezas se regalaron a otras ciudades. Cuando tomaron conciencia de la belleza renacentista de estos mármoles decidieron montar su fuste en la plaza de la Constitución. 'En la segunda mitad del siglo XVI se colocó en la plaza. Poco después se emitió un bando municipal para que se le hiciera un borde a la fuente. La intención era evitar que la calle se convirtiera en un lodazal'. Ya en el siglo XIX pasó a la Alameda. Pero tras la construcción de calle Larios, auspiciada por el marqués de Larios, la estatua del benefactor restó protagonismo a la fuente, que fue de nuevo trasladada para comenzar el siglo XX en el Parque. Ahora, más de 400 años después de su llegada, saldrá como aquella vez de las naves del puerto de Málaga para ocupar el destacado lugar que se merece.”

Años 30



Comentarios

  1. La verdad es que es una fuente de una belleza escultorica sumamente interesante, según se puede apreciar en las fotografías aportadas al presente artículo.

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