MÁLAGA ANTIGUA - CAUCE DEL GUADALMEDINA



Hasta el siglo XVI el río Guadalmedina, (del árabe wál al-madína, وادي المدينة, wādi l-madina, 'río de la ciudad') fue límite natural de la ciudad por el oeste y principal abastecedor de agua para sus necesidades. Desagüe natural de los montes que rodean la ciudad, el río bajaba mansamente y aunque  se secara prácticamente durante el verano, regaba las huertas de los alrededores y llenaba pozos que aprovisionaba la población.

Los montes de Málaga han sido descritos por los cronistas de la ciudad como zonas selváticas y boscosas, pero tras la toma de la ciudad por las tropas cristianas en 1487 comienza una sistemática tala de árboles para obtener madera y tierra de cultivo, lo que acarrea una grave erosión del terreno, rompiendo el equilibrio natural del sistema y que las aguas se precipiten velozmente hacia la ciudad cada vez que hay una tormenta, rellenándose poco a poco el lecho del río, creándose así las condiciones óptimas para las graves inundaciones que comenzaron a mediados del siglo XVI.


Riada 1907
La más reciente fue en 1907 cuando su desbordamiento provocó decenas de muertos, hasta entonces el modesto canal serpenteaba por un cauce que estaba prácticamente a la misma altura que las calles laterales, lo que obligó a construir los paredones a modo de muralla para proteger las casas cercanas en caso de riada. Lo normal era que esta auténtica rambla mediterránea sólo llevara agua algunos días en otoño e invierno, mientras, las bestias de carga aprovechan para descansar y abrevar. El hecho de que el cauce permaneciera seco durante casi todo el año facilitaba que fuera utilizado como punto de descanso y lugar de mercado.

Por causa de la gran riada del 23 de septiembre del 1907, el rey Alfonso XIII ordenó obras que impidieran estas inundaciones. En 1908, el ingeniero malagueño don Manuel Jiménez Lombardo, presentaría el proyecto de construcción del pantano del Agujero a la División Hidráulica del Sur de España. La presa retendría las aguas de las grandes avenidas otoñales del Guadalmedina, embalsándolas en una cantidad aproximada de 4,5 Hectómetros cúbicos, a los que poco a poco iría dando salida por un túnel que tiene una capacidad de 360 m3 con desagües de 60 m3/segundo. Actualmente sus compuertas y aliviaderos están fuera de uso, aunque aún operativas, por encontrarse aguas más abajo la presa del Limonero.

También se construye el nuevo encauzamiento urbano -origen de la barriada de Ciudad Jardín- y la presa del Agujero, y se iniciaron los trabajos de reforestación de los Montes de Málaga. El Guadalmedina delimita el centro y los barrios que quedaban al norte y al este, y por otro los barrios populares de la Trinidad y el Perchel.

La comunicación entre ambas márgenes se hacía generalmente a través de portillos abiertos en los paredones, y los puentes eran escasos. El único que permitía el paso de carruajes y vehículos era el de Tetuán, inaugurado en 1860. A la altura de las iglesias de Santo Domingo y de la Aurora existían pasarelas de madera de uso exclusivamente peatonal. Fue en el siglo XX cuando se construyeron puentes realmente aptos para el tráfico rodado.
 
Cauce Gualamedina 1954
 
 
 
Consecuencia de la riada  
                                                         
 

Bueyes descansando
 
Guadalmedina nevada del 1954


Iglesia de Santo Domingo junto al río

 

Riada 1907
 
 
                                                                                
Secuelas de la inundación del 1907

 

Mercadillo

Otra vista del mercadillo
 
Mercadillo de muebles viejos


Vistas del cauce del Guadalmedina
 
 
        


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